6.9.09

De golpe

Urgían los besos, su piel lloraba en silencio, desconsolada, sedienta, dolorida por cada poro abandonado. Su piel morena se marchitaba a cada sollozo y sin embargo se mantenía alerta, atenta a cualquier roce que la quisera rescatar. También su ansia andaba desesperada, cansada de tanto agitarse acompañada de cada latido de su corazón, golpeándose mutuamente hasta el hastío. Agotados sus pechos y su cuello, y su vientre y sus manos. Agotados de tanto silencio y de tanta ausencia, aburridos en su monotonía. Sus labios buscaban donde apoyarse y sólo encontraban el vacío que los enmudecía, un vacío que cortaba como el filo de una navaja. Secos ya los ojos, se rindió cansada de esperar y se dejó caer. Fue un golpe seco, tan sólo un sonido sordo al tocar el suelo y allí se quedó. Muerta.

Una suave brisa acarició sus mejillas. No quería abrir los ojos, temía estar soñando y se dejó llevar por las sensaciones, por los sentidos. Besó sus parpados, secó sus lagrimas, lamió su cuello y mordió sus pechos. Se coló tan adentro que su alma gritó como nunca había gritado; nunca nadie había oido nada igual. Por su boca abierta huyó la muerte que habitaba en el pozo, el manto negro que todo lo cubría y entonces abrió los ojos otra vez.

16.7.09

"El amor de los cojones"

No sabes cómo ni por qué, pero sucede. Se filtra por los poros de la piel, por la ventana de las pupilas, por el laberinto de los oídos. Es ladino y contumaz, escurridizo y etéreo, hipnótico y contradictorio. Te invade, te desafora, te descalabra, te descerebra. Y lo que creías tu inexpugnable fortaleza de certezas y convicciones, templada con el mortero del escepticismo, las soledades, la decepción y el desatino, se convierte en un frágil castillo de naipes capaz de desmoronarse con sólo un leve suspiro o un imperceptible susurro. No hay antídoto ni tratamiento que palíe sus efectos, estudio o reflexión que argumente y defina sus complejos y atávicos mecanismos. Tampoco la literatura, la ciencia, o incluso la brujería han sido capaces de descifrar su orígen y morfología. Pero a pesar del vértigo, la incertidumbre y el desconcierto darías un brazo por ese abrazo, un ojo por esa mirada, la razón por ese corazón. "El amor de los cojones", lo llama mi vecina de almohada. ¿Y quién, si no un enamorado, puede expresarlo con semejante contundencia, precisión y capacidad de síntesis?

Juan Carlos Avilés (Diario 20 minutos 16 de julio de 2009)

7.7.09

Colmando el vaso

¿De qué sirve amasar sentimientos, moldearlos y mimarlos, si después no encuentras las palabras?
¿Para qué crecer y hacerse fuerte, si al final somos lo mismo que éramos antes?
¿Qué hacer con todo este esfuerzo?

21.6.09

Espirales

Si me dejaran arrancaría de cuajo cada uno de los ojos que me rodean y me observan. Cada pupila que se clava en mi cuerpo se convertiría en otra esfera más dentro de un bote de cristal. Cosería sus bocas y cortaría sus manos y pies para anular así cualquier posibilidad de acercamiento.
Quisiera conseguir la soledad que siempre anelo, la que siempre ando echando de menos; en cambio soy incapaz de alcanzarla. Si la veo venir, allí a la lejos, acercándose despacio, andando distraidamente, doy media vuelta y arranco a correr. Tuerzo en la siguiente esquina, esperando que los ojos me taladren, que las bocas me reclamen y que una simple caricia me ayude a volver a respirar con normalidad.

26.5.09

A día de hoy

Quisiera gritar pero ningún sonido sale de mi boca. Por mi garganta sólo el aliento entrecortado del cansancio acumulado. Mis pulmones parecen encharcados, tal vez lloro demasiado por dentro.

Mi ipod


- Ese lunar - Kevin Johansen
- Ciudad dormitorio - La habitación roja
- Un buen día - Los Piojos
- Copenhage - Vetusta Morla
- El hijo de Dios - Nudo Zurdo
- A cualquier otra parte - Dorian
- Todo negro - Los Salvajes

5.4.09

Gris


El mundo que la rodeaba se había vuelto gris. Paisajes idénticos llenos de rostros impasibles; edificios sin alma, calles sucias y el aire cada vez más irrespirable. Sentía que poco a poco su corazón se encogía, cada vez había más hueco en su pecho y menos placer escondido entre los poros de su piel. Necesitaba sentir, vibrar, disfrutar y volver a sonreir. Y de entre sus sueños, unos ojos la observaban y le sonreian con timidez. A su alrededor brillaban los colores y el viento soplaba perfumado, despeinando su melena y acariciando su piel. Tal vez esos ojos presagiaban el cambio, algo por lo que luchar, la certeza de saber que lo bueno está por llegar, y que el gris, algunas veces, cambia de color.

Illustración: Benjamin Lacombe

16.3.09

A veces

Y si a veces no grito, no digo, no arranco a correr, es por miedo a la fuerza que podría desatarse detro de mi. Porque puedo perder la razón y agarrarme al primer viento que me roce con fuerza, y dejarme arrastrar hasta donde me lleve. Sin un adiós, sin un beso, sin despedidas.

5.3.09

Sucesos

Cuando del corazón surge un grito amarillo
grandes sargas se extienden sobre rostros amados.
Me dicen que ya es tarde y que el pastor de sombras
es ahora obediente a manos invisibles.

En nosotros ha entrado una serpiente ciega.
Ya nadie ama ni sonrie.

Un huracán de signos avanza inútilmente.
Las últimas mentiras se disfrazan de invierno.

Alguien entra descalzo a la fosa de los números,
alguien está anudando las cuerdas del olvido.

Los hay que cantan lívidos al borde del suicidio
y los más silenciosos copulan sin esperanza.

Un paso más allá todo es inexistencia;
todo se explica en el no ser.

Ya veo
la turba incandescente. Van a venir muy pronto
los reptiles del llanto.

Alguien gime cercado por la púrpura.
Alguien abre despacio la mirada sabiendo
que en su córnea se esconden las cifras terminales
y que su pensamiento
no es más que una sustancia que precede a la muerte.

Cunden fétidas rosas; sus pétalos cansados
descienden a mis manos. Silenciosas, se acercan
las madres que no olvidan.

Frutos enloquecidos
se unen a los restos desprendidos del fósforo
y las últimas sílabas, a las incomprensibles.

En la hora imposible despertará el durmiente;
como un cuchillo negro te mirarán sus ojos.
Vas a quedarte solo. Tu cuerpo tendrá frío
desnudo para siempre, desnudo hasta los huesos.

Acepta tu extravío, entrégate a la luz:
la luz es el comienzo de la causa invisible.

Antonio Gamoneda de Extravío en la luz

12.2.09

La colección


Sólo si lograbas mantener la mirada, si eras capaz de ver más allá de sus enormes ojos, descubrías que la niña era, en realidad, una anciana que acumulaba vidas desperdiciadas, tantas como muñecas. Cada una de ellas, un suicidio prematuro, cada aguja una lágrima sin derramar.

Ilustración: Dani Alarcón "La colección"

Versus - Ladytron

11.2.09

Fragmentos XVII

"En la cocina Miguel dejó escapar el humo de un cigarro, serpenteó hacia el techo mientras la ceniza caía distraídamente sobre el plato de macarrones recién sacados del microondas. Tambaleándose, recogió el vaso vacío del suelo y de encima la cómoda agarró una botella de whisky barato. Llenó el vaso hasta arriba y volvió a la cocina mientras sorbía ansioso y trataba de mantener el equilibrio. Encendió otro cigarro, de repente ya no tenía hambre, el whisky era lo único que el cuerpo le pedía, lo único que ansiaba y a cada trago la pena le dominaba; le arañaba la lengua y le abrasaba la garganta. Lejos de sentirse mal, se dejó envolver por esos sentimientos que poco a poco iban aumentando sus ansias de terminar con todo.
Allí, de pie en la cocina, le asaltó una tremenda sensación de vacío. A la mente le llegaban imágenes de un sueño que tenía cuando era más joven. Solía sentarse en el terrado de casa de sus padres, en el suelo, apoyándose contra la pared y dejando que el sol de la tarde golpeara su cara con suavidad. Cerraba los ojos y se llenaba del aroma que las sábanas tendidas y aún húmedas desprendían. Estando allí sentado se veía lejos de la ciudad, viviendo y trabajando cerca del mar. Imaginaba una casita en un pequeño pueblo, sin prisas ni complicaciones. Le gustaba la idea de trabajar lo justo para poder comer y vivir sin preocupaciones. En su imaginación las estaciones traían colores: inviernos azules, limpios y fríos, primaveras tibias de color anaranjado, veranos de color turquesa con el bullicio de los veraneantes y el silencio que arropa a la hora de la siesta. Los otoños se le antojaban tostados, con el tacto de la arena entre los dedos mientras disfrutaba de una preciosa puesta de sol. Algunas veces también aparecía una hermosa mujer a su lado, no tenía el rostro definido, pero se amaban y todo era fácil entre ellos."

Del relato: "De un color amarillo"

31.1.09


De noche, resguardada entre las sombras, me deslizo sigilosa buscándote ansiosa. Me desplazo por instinto; siguiendo tu rastro, mis manos se agitan palpando cada surco, acariciando cada poro. Y mi lengua, como el filo de una espada, es precisa a cada golpe.

El círculo II

¿Y si el círculo se rompe, o cambia de color? ¿Y si sientes que tu vida se abre ante ti con otra luz, con distinta perspectiva? Porque de repente la luz ha pasado de mortecina a resplandeciente, porque sientes y gritas y lloras y gimes y te apasionas hasta temblar. Porque de pronto tienes tantas ganas de gritar que te faltan pulmones y garganta, te falta el mundo entero. Y es cuando el bajo vientre, que palpitaba a escondidas, se agita descontrolado, compinchado con la cabeza y con el corazón. Ay, y cuando eso ocurre....nada lo puede parar.

27.1.09



"Ciudad dormitorio" - La habitación roja

Perdidos en la gran ciudad,
esperan lo que nunca llegará,
la realidad es algo
tan difícil de acertar.

Lo que a muchos hace feliz
a otros nos duele, no nos deja dormir,
cinco letras sin sentido,
porque yo ya no soy yo.

Es lo único que puedo hacer,
todos los días son igual,
no quiero otra oportunidad,
sé como son todas las que hay.

Un hombre aburrido
que se diluye en la vulgaridad
con una vida sin sentido,
sin alma, sin alma, sin alma ...

Esta sedienta historia gris,
el mismo gris de cada ciudad,
y a esta mierda le llaman triunfar,
todo es falso, todo es tan real.

Es lo único que puedo hacer,
todos los días son igual,
no quiero otra oportunidad,
sé como son todas las que hay.

Un hombre aburrido
que se diluye en la vulgaridad,
con una vida sin sentido,
sin alma, sin alma, sin alma ...

Un hombre aburrido
que se diluye en la vulgaridad,
con una vida sin sentido,
sin alma ...


..Y cuánto más la escucho más se me encoge el corazón....

21.1.09

Un año

Y no sé si un año es mucho o poco tiempo, ni si quiera soy capaz de medir el tiempo transcurrido con exactitud porque los ojos se me empañan y a menudo no veo el camino. Sólo sé que que la herida es terrible, sangrante, dolorosa. Tal vez podamos medirlo todo en sonrisas; entonces confesaré que, si miro atrás, puedo contarlas con los dedos de una sola mano. Aun así, el gélido cielo azul de esta mañana me susurra con suavidad y me dice que mire hacia adelante, allí, no muy lejos, las encontraré a montones. Me están esperando.

20.1.09

En algún rincón

Cuando al fin llegó a su casa, después de subir a trompicones por la empinada cuesta, se quedó plantada delante de su puerta. Dudaba en llamar o no al timbre, le asustaba el ruido hueco de al otro lado; probablemente lo que en realidad le asustaba era el sonido de sus propios pensamientos dando vueltas dentro de su cabeza, rebotando en las paredes de su cráneo, creando un eco insoportable que no tenía fin. Pulsó el botón y esperó. Con la palma de las manos a cada lado de la cara, miraba a través de la puerta con la nariz pegada en el cristal. Al principio creyó que el sol de la tarde, algo mortecino a esas horas, la había engañado deslumbrándola, pero no, lo que veia era verdad, no había nada más cierto que eso: dentro, al otro lado de la puerta, una sonrisa lo llenaba todo, todo...incluso pudo acallar el sonido insufrible dentro de su cabeza. Ni una sola palabra salió de su boca, tan sólo una lágrima se atrevió, tímida, a deslizarse por su mejilla; luego, le devolvió la sonrisa.

Suena: Ciudad dormitorio de La habitación roja

15.1.09

Mi ipod


- Mar, el poder del mar - Facto delafé y las flores azules
- Ese lunar - Kevin Johansen
- Krafty - New Order
- Flames - VAST
- Let's talk about spaceships - Say hi to your mom