9.11.10

TriNeo

Es este un juego a tres bandas. A partir de una imagen surgen tres textos distintos, tres visiones, tres caminos.


Sus palabras retumbaban dentro de mi cabeza. Brillaban cegadoras y me quemaban el alma, por crueles, por ciertas. No le importaba, nada había en mi que le hiciera sonreir, nada por lo que luchar. Nada. Y ahora, vacío completamente, abrazado al recuerdo de su calor entre las sábanas, me iba apagando poco a poco, desvaneciéndome entre las sombras de mi dormitorio. Necesitaba cerrar los ojos y olvidarme de todo, apagar el deseo y dejar que se fundieran mis ojos. Que las lágrimas derramadas secaran el dolor que sentía aprisionado tras las costillas y volver al todo desde la nada.