No sabes cómo ni por qué, pero sucede. Se filtra por los poros de la piel, por la ventana de las pupilas, por el laberinto de los oídos. Es ladino y contumaz, escurridizo y etéreo, hipnótico y contradictorio. Te invade, te desafora, te descalabra, te descerebra. Y lo que creías tu inexpugnable fortaleza de certezas y convicciones, templada con el mortero del escepticismo, las soledades, la decepción y el desatino, se convierte en un frágil castillo de naipes capaz de desmoronarse con sólo un leve suspiro o un imperceptible susurro. No hay antídoto ni tratamiento que palíe sus efectos, estudio o reflexión que argumente y defina sus complejos y atávicos mecanismos. Tampoco la literatura, la ciencia, o incluso la brujería han sido capaces de descifrar su orígen y morfología. Pero a pesar del vértigo, la incertidumbre y el desconcierto darías un brazo por ese abrazo, un ojo por esa mirada, la razón por ese corazón. "El amor de los cojones", lo llama mi vecina de almohada. ¿Y quién, si no un enamorado, puede expresarlo con semejante contundencia, precisión y capacidad de síntesis?
Juan Carlos Avilés (Diario 20 minutos 16 de julio de 2009)
9 comentarios:
¿Estás enamorada?
Simplemente me ha gustado mucho el texto cunado lo he leido esta maana en el tren
es muy lindo el texto, pero estas enamorada? :D
Yo también lo he leído en el tren, y no he podido menos que recortar el pedacito y guardarlo en el bolso.
yo también lo he leido en el tren y lo he recortado, es precioso, gracias por publicarlo en tu blog porque lo he perdidooo! un saludo
Perfecta definición.
(por cierto, acabo de descubrir tu blog y me encanta)
Hoy para mi es un puñal...Princessa...
Mil besos
M'ha agradat...si si...aixxxxxxxxxx...
Petonets!
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