21.11.08

Fragmentos XV

"...Sus compañeros de regimiento tenían sus buenas razones para llamarle El Navaja. El rostro de aquel hombre carecía de fachada. Cuando sus amigos pensaban en él sólo lográban imaginárselo de perfil, y ese perfil era extraordinario: la nariz afilada como el compás de un dibujante; la barbilla, prominente, como si fuera un codo; las pestañas largas y suaves, características de un temperamento obstinado y también cruel. Se llamaba Ivanov.
Aquel apodo, conferido en sus años jóvenes, resultó ser extrañamente profético. No es extraño que un tipo que se llame Rubin o Rubi acabe siendo un gemólogo de prestigio. El capitán Ivanov, después de una fuga épica y tras una serie de peripecias insípidas, dio con sus huesos en Berlin, y escogió precisamente el oficio al que aludía su apodo, el de barbero.
Trabajaba en una barbería pequeña pero limpia, compartiendo su oficio con otros dos empleados, que trataban al "capitán ruso" con un respeto no exento de jovialidad. El negocio incluía asinismo al propietario, una severa massa humana que hacía girar la manivela de la caja registradora con un sonido argentino, así como a una manicura, anémica y translúcida, que parecía haberse amojamado al contacto con los innumerables dedos que, en grupos de a cinco, habian posado ante sus artes en un pequeño cojín de terciopelo..."

"El Navaja" - Vladimir Nabokov - Cuentos completos

2 comentarios:

Jordicine dijo...

Nas allargar, d'ensumar notícies. Ja ja ja. Un petó, PRINCESS.

Óscar Varona dijo...

Aunque te parezca mentira estoy escuchando ahora mismo "I think it's love again". Tienes un blog interesante y lleno de buena literatura. Gracias por seguir el mío. Besos