Cuántas horas habría pasado tumbada en la parte trasera del coche de su padre leyendo, devorando un libro tras otro, metiéndose en la piel de cada protagonista, viviendo con ellos aventuras y desventuras. Viajaban continuamente y, por necesidad, se había creado un mundo a medida en el que se sentía tan segura que ya nunca volvería a salir de allí. Nunca, y eso, no le importaba lo más mínimo.
Ilustración: Meritxell Ribas
Ilustración: Meritxell Ribas
6 comentarios:
Me encanta!!!..esa soy yo...
Pues habrá que salir... creo. Un petó.
Guardate de las burbujas pueden ser peligrosas.
pues si es feliz ke se quede .....
kuidat
Cada uno tenemos nuestro particular mundo, ¿porqué el suyo iba a ser peor?
Pues eso.
... besos ...
ME ENCANTO TU BLOG
Y TAMBIEN TUS ESCRITOS
VOLVERE¡
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