Hace ya tiempo que una fuerza desconocida, me atrevería a decir que algo cabrona, se ha apoderado de mi. No soy capaz de encontrar un momento de tranquilidad para escribir; y creedme, lo estoy deseando. Supongo que todo influye, lo sé. Desde enero que parece que no levanto cabeza, intento mantener activa la mente, mantener vivo el blog, otra cosa me haría mucha rábia y me entristecería aun más. Así que sigo aquí, visitando vuestros blogs, envidiando el talento que desbordan, leyendo con ganas vuestras historias y repitiéndome, una y otra vez, que debo buscar el hueco, que debo marcar mi espacio, que no debo dejar de lado aquello que me apasiona. Lo intento, de verdad; y este verano espero encontrar la inspiración y las fuerzas entre las playas de arena blanca, las aguas color turquesa y el sielncio de la tarde a la hora de la siesta.
No me voy todavía, sigo aquí hasta el día 1, pero me apetecía contaros todas estas cosas.
Besos