25.6.07

El cristal

La arena se colaba descarada por dentro de su pequeño bikini, mientras sus manos se hundian en la orilla en busca de alguna señal que la llevara hasta él.
Dos colillas, un palito de madera de algún helado sin premio, un par de conchas diminutas y un trozo de cristal. El cristal era verde, de esos con los bordes tan desgastados que resultan suaves al tacto, imposible imaginar el peligro que antes entrañaban. Lo sujetó con cuidado y miró al horizonte a través de él. El mar antes azul era ahora verdoso, como si se tratara de una charca llena de moho, faltaban las ranas y los nenúfares; faltaban los principes azules y la historia de amor. Decidida, lanzó el pequeño trocito de cristal al agua, tan lejos como pudo y después de eso, se tumbó.
Escuchaba relajada el sonido de las olas. Pensaba en lo difícil que resulta sentirse bien, en lo complicada que es la vida a veces, y en como nos cuesta sentirnos completos y satisfechos con nosotros mismos. El agua acariciaba sus pies, a veces incluso mojaba su entrepierna y se estremecía en una mezcla de frío y placer.
No estaba segura, pero creyó, al abrir los ojos, que se había dormido con el vaivén de las olas. ¿Cómo, si no, podía ver sus pies con total claridad metidos en una charca?
¿Cómo, si no era un sueño, podía hallarse rodeada de árboles y flores, en medio de un frondoso bosque? ¿Cómo iba, si no, a sostener en la palma de su mano lo que parecía ser una ranita con corona?
Un poco asustada y absolutamente sorprendida, miró fijamente a la rana. Si esta esperaba que la besaran, lo tenía claro. Echó el brazo hacia atrás y la lanzó al centro de la charca. Desapareció.
Volvió a cerrar los ojos, quería volver cuanto antes a su playa de arena blanca y mar en calma. Quería encontrarle, sí, pero ese tacto viscoso por mucha corona que ostentara, le dio un asco terrible y pensó que tal vez mejor sola. Mejor sola con las olas acariciando su entrepierna, sí, mucho mejor.

10 comentarios:

el santo job dijo...

uy
moraleja: cuidado con las charcas?
=)
besos

Gaby dijo...

Pues sí,
mejor sola, que mal acompañada.

(eres genial)

Besos...

:)

G.

DANI dijo...

buff, no coments...

petons

Anónimo dijo...

así es como yo quiero escribir.

qué maravilla!

"RigÄn" dijo...

Princesa, quiero ver el mar.
bss

Héctor R. Herrera dijo...

Narrativa excelente, como siempre.

Saludos desde México, Princesa Calmante.

StingÍndigo.

(s_gg) dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
(s_gg) dijo...

Qué tendrá el mar. A veces, en su calma encontramos nuestro reflejo; en sus movimientos oscilantes, nuestras pasiones; y en su inmensidad, caben todas nuestras dudas, vacíos, sueños... También están sus olas, que al devolverlo todo parecen dar forma a la impotencia. Otras veces, esas mismas olas parecen liberarnos de profundos pensamientos, de dolorosos u obsesivos sentimientos arrastrándolos con ellas.
Me gusto mucho tu post.

sergisonic dijo...

sin temor a la autonomía de una búsqueda...

Anónimo dijo...

hola ! ... xafardejant un altre blog he vingut a parar al teu... i noia... m'encanta !!!!

només volia dir que gràcies per compartir les teves històries amb nosaltres !! ... genial!