Andando

No quiere nuestra protagonista dejarse llevar por las emociones, no demasiado al menos. Por eso anda con paso firme, la mirada al frente, sintiendo y disfrutando lo justo de esa brisa primaveral que calienta pero no quema.
Piensa en la compra, el capítulo de ayer, la peli que estrenan este viernes pero que no verá, al igual que no vio la del viernes pasado, ni la del viernes anterior; decenas de viernes han pasado, pero ya poco le importa. Piensa en esos vaqueros que le sientan tan bien, “¿llevo dinero encima?”, “debería haberme puesto la camiseta de manga corta”…No se deja llevar por las emociones nuestra pequeña protagonista, por eso no piensa en el silencio compartido, ni en las miradas que ofrece agosto, tampoco en ensaladas con judias verdes y jamón, ni en un horizonte marino con cielo nublado y viento en la cara.
Los recuerdos no importan cuando se tiene la voz y la palabra, la risa en el oido, la respiración en tu/su boca.
Que no se pierda todo, que no se pierda o las emociones se la llevarán muy lejos…