Y se fue. Me dejó en una espera que nunca termina. Con la brisa que arrastra su aroma, su voz y esos ojos negros que se clavaban, que atravesaban y me adivinaban a cada momento.¿Me traerán las hojas que el viento empuja alguna de sus palabras?¿Y si en alguna de ellas hay algún te quiero tatuado?Seguiré esperando.
*Ilustración de Rébecca Dautremer
2 comentarios:
Que bonic això que has escrit, tornes i tornes i tornes a meravellarme.
Un petó.
Si escuchas bien esas hojas, probablemente habrá alguna de sus palabras y el te quiero ya lo llevas tatuado.
Espera pero no deseperes.
Un beso paciente
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