Al fin solas, nadie las ha visto. Con mucho cuidado, mientras una despistaba a mamá con alguna historia, inventada por supuesto; la otra abría el primer cajón de la cocina y tomaba el cuchillo más afilado de toda la casa. Quieren tanto a ese gatito, tanto, que harían cualquier cosa por él. Sabían de su obsesión por el canario del abuelo. Y es normal, porque canta tan bien, sus plumas son tan preciosas, el color tan brillante, la carne tan tierna...
"Gemelas perversas" - Twin Sisters Art
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3 comentarios:
Descubrieron el placer de matar???
el sabor de la carne siempre resulta placentero.
un beso y un abrazo
Pero el canario siguió cantando o no?
Besos
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